Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el pasado 28 de abril El Diario Montañés ha publicado el especial «PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES».

En la elaboración del especial, ha considerado oportuno contar con la participación de la Asociación de Técnicos Superiores en Prevención de Riesgos Laborales de Cantabria (ATSPRLC) como representantes de una de las figuras claves en la seguridad y salud en el entorno laboral: los Técnicos de Prevención.

Reproducimos a continuación el contenido de la entrevista realizada por Saray Ceballos a Enrique Rodríguez Pachón, en su calidad de Presidente de la Asociación y en representación de todos sus Asociados.

 



 

«Fue en el año 1999, cuando, a raíz de una iniciativa conjunta de los alumnos del I Máster de Prevención de Riesgos Laborales de la región, vio la luz Asociación de Técnicos Superiores en PRL de Cantabria. Lo hizo con el objetivo de dar visibilidad a un nuevo colectivo profesional que aparecía en el marco de la Ley de Prevención de 1995 y que se convertiría, desde entonces, «en los agentes fundamentales en la gestión de Seguridad y Salud en las empresas», en palabras de su presidente Enrique Rodríguez. En la actualidad, la asociación cuenta con un centenar de asociados convirtiéndola, a pesar de ser un colectivo muy específico y una comunidad autónoma pequeña, en «una de las asociaciones de técnicos de PRL con más miembros de España».
–¿Qué papel desempeña un Técnico Superior en PRL?
–Las funciones están establecidas en el Reglamento de los Servicios de Prevención, pero, a grandes rasgos, las más habituales son realizar evaluaciones de riesgos, proponer y adoptar medidas preventivas y de protección, participar en la gestión formativa e informativa en PRL, establecer criterios de actuación en PRL (procedimientos estándares, coordinación, auditorías, etc.). En la realidad, necesitaríamos muchas más líneas para indicar qué hace o puede hacer un Técnico de PRL.
–¿Qué peso tiene en la puesta en valor de la PRL la colaboración y la unión de esfuerzos de los distintos profesionales?
–Hay que tener en cuenta que, de una u otra manera, los profesionales relacionados con la PRL, independientemente de la actividad que desarrollen, tienen un objetivo común que es velar por la seguridad y salud de los trabajadores. Pero la gestión de esta seguridad y salud tiene diferentes vertientes y esta gestión debe estar bien equilibrada para cada una de ellas. De nada valen los esfuerzos en controlar los aspectos de seguridad que puedan desembocar en un accidente laboral, si hay otros aspectos que no se atienden o tratan adecuadamente, como los factores de higiene industrial, que pueden ocasionar enfermedades profesionales, o aspectos que cada vez se están haciendo más visibles, como la ergonomía y la psicosociología o la vigilancia de la salud. En definitiva, la PRL toma su verdadero peso específico cuando se produce la colaboración y unión de esfuerzos de sus distintos profesionales. Sin olvidar uno de los factores más importante de la ecuación: la integración de la PRL en todas las áreas de gestión de las empresas con el compromiso y liderazgo de los empresarios.
–¿Cuáles son estos distintos profesionales?
–Los profesionales de la PRL vienen establecidos reglamentariamente, existiendo tres niveles: los técnicos superiores, que deben disponer de una carrera universitaria y haber realizado un máster en PRL, y que son los que ostentan las diferentes especialidades: Seguridad en el trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología y Vigilancia de la salud (reservado al personal sanitario, con especialidad de Medicina en el Trabajo); el Técnico de PRL de nivel intermedio, actualmente, denominados Técnicos Superiores en Prevención de Riesgos Profesionales, título que se consigue a través de un ciclo formativo de grado superior de Formación Profesional; y los técnicos de nivel básico, cuya titulación se obtiene mediante cursos de 30 a 60 horas.
–¿Qué líneas de colaboración con otras entidades tiene activas actualmente la asociación?
–Con el Icasst hay una estrecha y amigable relación, que se traduce en una colaboración continua, especialmente en el diseño y realización de jornadas y talleres técnicos y otros eventos, por ejemplo la Jornada Técnica sobre ‘Nuevas Tecnologías aplicadas a PRL’, que celebraremos en el Icasst el día 5 de mayo, o la subvención para los asociados que asistan al II Simposio de Higiene Industrial. Desde la asociación, también mantenemos relación con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Colegios Oficiales de diferentes especialidades, Consejo General de Profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Fundación Laboral de la Construcción, etc.
–¿Cómo ha evolucionado la PRL? ¿Qué hitos se han conseguido y cuáles quedan todavía por alcanzar?
–Claramente hay un antes y un después con la aparición de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en 1995 y desde entonces ha ido evolucionando de forma positiva, aunque quizás no con la rapidez que se esperaba. Hay algunas áreas que no acaban de arrancar y seguimos con índices de siniestralidad realmente altos. Creo que el hito más importante a conseguir es crear una verdadera cultura preventiva en las empresas. Aún nos encontramos con un gran número de ellas que siguen actuando de forma reactivas.
–¿Cuáles son los temas sobre los que es necesario hacer un mayor hincapié?
–Si atendemos a las diferentes especialidades de la PRL, algunas de ellas tienen aún mucho recorrido para desarrollarse en el ámbito de la empresa. Como ejemplo, todo lo relativo a las enfermedades profesionales, que siguen siendo patologías que están ahí pero no afloran con determinación, por lo que difícilmente pueden tratarse los riesgos que las generan. También debería potenciarse la actuación en materia de Ergonomía y Psicosociología que, además con el escenario planteado por el covid, ha tomado relevancia y visibilidad. Y otro punto muy importante es la prevención desde la perspectiva de género e inclusión de la diversidad.
–Durante la pandemia los técnicos en PRL habéis tenido un papel fundamental para adaptar a las empresas a la nueva normalidad, ¿ha cambiado la percepción de la importancia de vuestra labor?
–La pandemia ha traído un escenario en el que el técnico de prevención ha adoptado un nuevo rol de gran importancia. El covid es un nuevo riesgo que hemos tenido que afrontar con herramientas y formas de gestión que no eran habituales hasta entonces y hemos pasado a ser los profesionales de la empresa sobre los que la nueva normativa deposita la responsabilidad de decisiones. Todos los Técnicos Superiores de PRL tenemos nuestras profesiones universitarias, pero cuando ejercemos como técnicos de prevención creo que no gozamos del reconocimiento que se otorga a las profesiones que tenemos de base. Con la pandemia nuestro rol ha tomado más peso, aunque nos queda mucho recorrido para ese reconocimiento que tienen otras profesiones. Creo que hemos conseguido más relevancia y espero que esta no se pierda.»

Fuente Original: Extra «PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES. Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo» EL DIARIO MONTAÑÉS, Jueves 28 de abril de 2022.